
El drone Datahawk, un avión no tripulado desechable que estudiará el derretimiento del hielo en el Océano Ártico
Después del uso, los drones se dejan descomponer dondequiera que aterricen.
El drone Datahawk, un avión no tripulado desechable que estudiará el derretimiento del hielo en el Océano Ártico
Después del uso, los drones se dejan descomponer dondequiera que aterricen.
En un laboratorio de robots en TEDGlobal, Raffaelo D’Andrea muestra sus cuadricópteros voladores: robots que piensan como atletas, resuelven problemas físicos con algoritmos que les ayudan a aprender.
En una serie de demostraciones ingeniosas, D’Andrea muestra drones que juegan a la pelota, equilibran y toman decisiones juntos.
MAVinci, con sede en Leimen (Alemania), hace UAVs con una envergadura de 1,6 metros que toman imágenes aéreas para planos topográficos
Según la Comisión Europea, hay más de 400 proyectos en 20 países europeos para el desarrollo de vehículos aéreos no tripulados (UAV civiles) que van desde algunos que pesan unos pocos gramos a otros del tamaño de un jet Airbus A320.
Más del 80 por ciento de las empresas que trabajan en estos proyectos son pequeñas y medianas empresas o start-ups.
“Creo que lo primero que te imaginas cuando escuchas la palabra drone es esta imagen de un avión no tripulado que operan en Afganistán con un arma de asalto o un misil atado debajo”, dice Rory Paul, de Volt Aerial Robotics.
Sin embargo, estos dispositivos, a los cuales Paul se refiere como sistemas aéreos no tripulados (UAS en inglés), tienen el potencial de ser mucho más que espías en el cielo. Apasionado defensor de la utilización de esta tecnología en la agricultura, Paul ha estado trabajando para cambiar esa imagen de enemigo a amigo.
Ya no es ficción. Investigadores de la Universidad del Estado de Oklahoma (Estados Unidos) están diseñando y construyendo elegantes aviones no tripulados – o drones – reforzados con Kevlar para volar directamente en las peores tormentas y enviar datos en tiempo real para los socorristas y los meteorólogos.
Un ciudadano turco equipado con un pequeño helicóptero RC con capacidad de grabación de vídeo, voló por encima de las cabezas de los manifestantes y la policía para recoger primeros planos con imágenes aéreas.
Volando a sólo varios metros por encima de los cultivos, va un helicóptero Yamaha R-Max a control remoto – un drone no tripulado.
“Muy específico, muy dirigido, muy preciso,” dice sobre el drone el profesor de ingeniería Ken Giles.
En el video, se puede ver como el cuadricóptero llama la atención de un pequeño grupo de ovejas, que finalmente terminan moviéndose obedeciendo al extraño “bicho” volador.
Lo que solía requerir un helicóptero y miles de dólares en combustible ahora se puede hacer con algunas pilas nuevas y lo que parece un elaborado avión de juguete no más grande que un buitre pavo.
La entrega fue ideada por T + Biscuits, una agencia creativa inglesa que fue contratada por la cadena de pizzas Domino para probar prototipos. “Estamos pensando en hacer que las pizzas voladoras sean una realidad”, dijo Tom Hatton a NBC News, maestro cervecero y fundador de T + Biscuits.
La idea es utilizar cámaras infrarrojas aéreas para reunir pruebas, lo que podría ser utilizado para procesar a vándalos que desfiguran sus bienes por la noche.
Un portavoz de la compañía dijo que los drones pronto se pondrán a prueba en los depósitos ferroviarios.