viernes, abril 19, 2024
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Un drone creado por investigadores argentinos puede reforestar zonas degradadas de forma inteligente

Un drone inteligente y económico para reforestar zonas degradadas fue creado por investigadores de la UNSL. El dron usa tecnología abierta y se comparte en la red para que otros lo usen o mejoren.

Investigadores del Laboratorio de Tecnologías Apropiadas (LabTA) de la Universidad Nacional de San Luis (UNSL) crearon un dron de bajo costo y acceso abierto que puede reforestar zonas degradadas de forma inteligente. El dron, llamado Ojo de Halcón Sustentable, usa inteligencia artificial para identificar las áreas sin vegetación y lanzar semillas de manera eficaz, llegando a lugares que no se podrían sembrar manualmente.

El ingeniero Carlos Catuogno, líder del proyecto, explica que el dron se basa en tecnología abierta, tanto para su desarrollo como para su difusión. “Lo que hacemos lo compartimos en la red para que cualquiera pueda replicarlo o mejorarlo según sus necesidades. Nosotros lo usamos en la Cuenca del Morro, pero puede servir para otros lugares”, dice.

La Cuenca del Morro es una región de San Luis que sufre una crisis ambiental desde 2016, cuando el gobierno provincial declaró la emergencia y empezó a plantar árboles nativos. La pérdida de vegetación por el avance de la agricultura provocó un desequilibrio hídrico y un aumento de las lluvias. Esto originó nuevos ríos, que inundan campos y ciudades, como Villa Mercedes.

Un dron inteligente y económico para reforestar

El LabTA-X04 es un dron que puede identificar las áreas sin vegetación y soltar semillas de forma eficiente. El dron tiene tres metros de envergadura y funciona con batería. Tiene dos motores eléctricos y una bodega donde puede llevar tres kilos de semillas. En el frente, lleva cámaras y un software que analiza el suelo para ver dónde hay que sembrar.

“Es un desarrollo económico porque usamos tecnología abierta y materiales que se pueden conseguir fácilmente, como madera, plástico y telgopor”, explica Catuogno. El dron usa el software libre Infragram para procesar las imágenes y otro creado por ellos con OpenCV y Python que indica cuándo soltar las semillas, según un algoritmo de inteligencia artificial.

Las semillas que usa el dron son de especies nativas que se producen en la UNSL y se procesan con el método Nendo Dango. Este método consiste en hacer bolitas de arcilla con las semillas, un sustrato vegetal y agua. Así se protegen las semillas de los animales y se asegura su germinación con la lluvia.

“Hemos hecho varias pruebas en el aeroclub de Villa Mercedes, donde evaluamos la detección de zonas sin vegetación, la suelta de semillas y otras variables. El prototipo está listo para probarlo en la Cuenca del Morro, pero necesitamos una autorización”, dice el líder del proyecto.

El dron recibió un premio en INNOVAR, el concurso nacional de innovaciones del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación que apoya la creatividad y el desarrollo de productos y servicios en todo el país. Los investigadores harán las pruebas de campo en los próximos meses para comprobar el sistema con diferentes vientos y ajustar el software. Después, verán cuándo es mejor sembrar y ayudar así a reforestar la Cuenca.

Catuogno dice que la transferencia tecnológica de este desarrollo puede tener dos rutas. “El principal receptor podría ser el gobierno provincial, que está plantando árboles en la zona. Podemos darles la tecnología para que hagan una versión más grande o podemos hacerla nosotros”, dice. Además de ese fin específico, la idea es que el conocimiento sea libre para que todos lo usen y lo modifiquen según sus necesidades.

Origen y reconocimiento

El Ojo de Halcón nació en 2017. Los investigadores del LabTA se dedican al estudio de microrredes, que son diferentes tipos de conexiones eléctricas. Primero, con Guillermo Catuogno, director del laboratorio y hermano de Carlos, se enfocaron en estudiar las microrredes en drones, con el fin de aumentar el tiempo de vuelo con energía solar. Para eso, formaron un equipo con colegas de las Universidades Nacionales de Villa Mercedes y Río Cuarto. Fue así que se enteraron del problema ambiental de la Cuenca del Morro.

“Es una zona donde se ha talado mucho para sembrar. Hace un tiempo surgió un río de golpe, el Río Nuevo, y empezó a hacer zanjas de varios metros de profundidad que dividen rutas y campos”, cuenta el ingeniero. Entonces, pensaron en hacer un dron que pueda usarse para observar la zona y dar imágenes que ayuden a otros científicos a estudiar el fenómeno.

Los investigadores se pusieron a trabajar y crearon el prototipo LabTA-X03, un avión de cuatro metros de largo con paneles solares en sus alas. El uso de una energía renovable, además de ser otro aspecto que lo hace ecológico, le da al dron más autonomía de vuelo. También tiene cámaras fotográficas y de video que permiten enviar imágenes en vivo y hacer un seguimiento del avance del Río Nuevo.

En 2020, los expertos presentaron el prototipo a un concurso internacional de Singapur, hecho de forma virtual, y ganaron el segundo puesto. El éxito los motivó a ir por más y decidieron hacer un nuevo dron que no solo sirva para monitorear sino que tenga una acción directa para frenar la deforestación.

Augusto M. Iturri
Augusto M. Iturrihttp://www.deroweb.com.ar
Piloto a Distancia (VANT/SVANT). Desarrollador de sistemas no tripulados, tanto multirotor como ala fija. Dirigió el desarrollo de los drones ala fija Asesor/5, Asesor/8 y Asesor/9 y la linea multirotor Milano Y6, X4 y X6. Practica aeromodelismo a radiocontrol desde 1991. Nacido en Daireaux, Pcia. de Bs. As., actualmente reside en La Plata, Argentina.
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